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domingo, 10 de abril de 2011

Pascua! Tiempo de grandes Acuerdos..

Por estos días se celebra “La Pascua” por muchísimas personas alrededor del mundo.

Entre otros, los Judíos celebran el Gran Acuerdo entre Moisés, el Pueblo Hebreo y Yahvé Dios. Este fue sellado con la sangre de un cordero y allí el pueblo hebreo se comprometió a cumplir con los Mandamientos de la ley de Dios, a adorarle y venerarle exclusivamente a cambio de la libertad; liberación del yugo egipcio y una tierra prometida.

Los Cristianos también celebran un gran acuerdo realizado entre Dios y los hombres y sellado con la sangre del Cordero Divino que fue Jesús el Cristo. Allí los hombres se comprometieron a cumplir con el mandamiento del Amor, “Amad a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo” (Lev 19,18), a cambio de una vida eterna. Aunque dicen los evangelistas, que exactamente dijo el Cordero Divino “Os doy un mandamiento nuevo. Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 13, 34).


En fin la Pascua es la celebración de los grandes acuerdos a los que la humanidad ha llegado. Sin embargo, el mundo está en crisis precisamente por la falta de voluntad política. No hay voluntad para acordar nada.


Los grandes líderes mundiales no se ponen de acuerdo para solucionar problemas tan grandes como la desigualdad social o el calentamiento global. Siempre priman los intereses económicos particulares en la tomas de decisiones sobre el uso de energías alternativas, frente a lo cual la naturaleza sabiamente se rebela generando enormes terremotos y tsunamis o vomitando fuego por sus volcanes, afectando a todo el mundo sin diferencia de clases. Soluciones tan simples como el uso de vehículos eléctricos o de combustión hidrogenada son reiteradamente rechazadas por los dueños del petróleo mundial. Las grandes centrales de energía nuclear son preferidas que construir centrales de energía solar, eólicas o hidráulicas.

Los Gobiernos no actúan con la disculpa que unos u otros no los dejan actuar. El cubrimiento en educación, salud o bienestar social es muy inferior al 50% en la mayoría de países y las pocas oportunidades laborales son aprovechadas para la explotación y la disminución de calidad laboral. Fenómenos de violencia, narcotráfico, indiferencia, intolerancia, anarquismo e informalidad abundan por doquier con la mirada indiferente de sus gobernantes. La corrupción, la apropiación indebida de los recursos públicos y la injusticia caracterizan a los gobiernos de turno. Otros líderes con retoricas de cambio se instalan por largos periodos en el poder, eliminando las pocas libertades individuales, usufructuando el estado para su beneficio personal con consecuencia fatales para el pueblo. La democracia se ha convertido en el juego de poder que permite paralizar al estado pon un puñado de Representantes que son incapaces de ponerse de acuerdo. Los encargados de suministrar justicia ignoran a las clases menos favorecidas y descaradamente fallan a favor de los ricos capaces de pagar por dichos fallos.

La Sociedad corrompida por el consumo carece de identidad y no se pone de acuerdo ni siquiera en lo esencial, como el respeto a la dignidad, a la ley o al derecho del semejante. La indiferencia es el modo de escape o el anarquismo amparado en la inoperancia del estado. El derecho al voto no es aprovechado adecuadamente generándose comercialización de conciencias por miserables dadivas.

Las Familias son incapaces de ponerse de acuerdo para mejorar la sociedad, sus relaciones personales o simplemente para vivir en paz. Los Padres pierden el horizonte y se separan o abandonan el hogar en busca de sus propias metas. Los hijos no respetan a sus padres y se transforman rápidamente en seres independientes pero irresponsables en busca de sus propios equívocos ideales que no son distintos a la de la mayoría de chicos de la época. La droga, el sexo, la rumba, la tecnología o simplemente el sedentarismos afectan por igual a todos los miembros de la familia.

El Individuo carece de voluntad para tomar la decisión de vivir en armonía con el planeta con una dieta saludable en busca de la realización personal y el acercamiento con la divinidad espiritual que crean sin segarse al Poder o el Dinero. No existe voluntad personal para modificar patrones de comportamiento que han llevado al ser humano a la crisis en la que se encuentra.

Pues bien, la celebración de la Pascua es el momento preciso para realizar acuerdos. Acuerdos Individuales, Familiares, Sociales, Gubernamentales o Universales que nos vuelvan al camino del que hemos estado extraviados. Solo con voluntad podemos superar todos los obstáculos personales o sociales que nos rodean. Es muy importante que tomemos conciencia que la solución solo está en nuestras manos. No son los grandes líderes mundiales los que tienen la solución a los problemas del planeta. Nosotros elegimos a esos líderes. En sistemas democráticos como los que poseemos, la responsabilidad de la elección de nuestros Representantes, nuestros Jueces y nuestros líderes es nuestra. Nosotros premiamos o castigamos la corrupción, la ineficacia la ineficiencia y cualquier injusticia resultado de las personas a las que les hemos entregado el poder. El cubrimiento total de la educación, de la salud o la generación de empleo está en esa pequeña determinación.


Nuestra solidaridad y sentido de comunidad es la única forma de derrotar la inseguridad, el narcotráfico o la guerrilla. Si acordamos hoy mismo romper con la indiferencia, nuestra sociedad cambiara.


Es nuestra actitud la que genera la intolerancia, violencia, anarquismo u otros grandes problemas. Ahora mismo podemos acordar romper con esto para iniciar una transformación social que beneficie a todos.


Es nuestra elección comprar o conducir un auto de 8 cilindros solo para trasladarnos al trabajo diariamente. Somos nosotros los que compramos viviendas en barrios construidos sobre rellenos de humedales o en laderas de la montaña. Somos nosotros los que contratamos irregulares recolecciones de desechos que seguramente serán depositados en los causes de los ríos o quebradas más cercanos.

Pues es hora de que esto cambie. Pronto veremos los resultados. El Planeta podría premiarnos con la recuperación de la capa de ozono y selvas reforestadas podrían suministrar el oxígeno suficiente para mejorar nuestra calidad de vida. Si decidimos reciclar, podríamos observar playas paradisiacas nuevamente cargadas de millares de creaturas marinas. Si decidimos reciclar, podríamos observar una reactivación económica en una industria que ignoramos a pesar de la inmensa carencia de oportunidades de empleo. El gasto de recurso naturaleza se vería disminuida debido a la reutilización de todos los materiales que arrojamos a los ríos o al mar o simplemente los enterramos contaminando nuestra tierra.


Es hora de Grandes Acuerdos para la Humanidad. Acordemos nuestra transformación personal hoy mismo.


Felices Pascuas Para Todos


Leonel Prato